Bailes de Macchiato

Cuando Macchiato era un perrito pequeño, había algo que me encantaba hacer para divertirnos aún más: ¡bailar juntos al ritmo de la música! Aunque al principio no entendía muy bien lo que estaba pasando, su curiosidad lo hacía participar en cada momento con una energía única. 

Recuerdo que solía poner canciones alegres y rítmicas, y al principio Macchiato se quedaba mirando, con su carita curiosa, como si tratara de entender qué era esa vibración que le llegaba por el suelo.

Lo más divertido de todo es que, aunque no estaba realmente "bailando" en el sentido humano, su entusiasmo llenos de energía hacían que cada momento fuera único y lleno de alegría. No había un solo paso, solo una mezcla de saltos, giros y movimientos descoordinados que lo hacían parecer como una pequeña estrella de baile.  

Esos bailes de Macchiato, cuando era un perrito chiquito, son algunos de los recuerdos más divertidos y especiales que tengo con él. Aunque ahora sea más grande y su energía se haya transformado en protección y valentía, esos momentos de diversión con música quedarán siempre en mi corazón como una muestra de lo juguetón y feliz que era en su etapa de cachorro.

Macchiato se puso timido